El estilo Mediterráneo
Desde las costas griegas a los campos de frutales y olivos del levante español pasando por los acantilados amalfitanos. El Mediterráneo es un homenaje a la vida.
El Camino de la Sencillez
A lo largo de la historia, muchos filósofos han defendido la vida sencilla. Un simple, no una vida poco aprovechada. Una vida sin grandes complicaciones, enfocada en lo esencial y alejada de todo lo que lleva a la ansiedad continua que tanto nos persigue en los tiempos que corren: dinero, trabajo, apariencia. Sustituirlas por tranquilidad, crecimiento, familia, amistades y desarrollo personal.
Muchos filósofos clásicos se vieron influenciados por este estilo de vida mediterráneo, no es casualidad que fueran ellos y no los que vivieron en latitudes más frías, los que promovían esta forma de pensar y ser.
Sócrates: "No es la pobreza la que produce la infelicidad, sino los deseos".
Epicuro: "No arruines lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que tienes ahora fue una vez entre las cosas que solo esperabas".
Séneca: "No es el hombre que tiene poco, sino el que desea más, el que es pobre".
Aristóteles, uno de mis referentes intelectuales, refleja esta riqueza vital en una palabra:
Eudaimonia
La "eudaimonia", o felicidad, no se trata de placeres momentáneos, sino de florecer como humano, de vivir de acuerdo con la razón y la virtud. En el estilo de vida mediterráneo, la felicidad también se encuentra en un modo de vida equilibrado y saludable, en el disfrute de las comidas y en la interacción social, más que en la búsqueda de placeres efímeros.
Reflexionar ante un atardecer de verano.
Sentarnos en un patio con naranjos oliendo el aroma del azahar.
Mirar por una ventana que nos regala la vista del Mediterráneo.
Disfrutar de un café en una terraza frente a un periódico.
El Mediterráneo habla de alejar las prisas, de disfrutar de la vida, de reconectar con la esencia. Y de conocerte.
GASTRO
El Mediterráneo en la mesa
La comida es un indispensable en la vida mediterránea. Ocupa un lugar central, ya que alrededor de ella se vive la cultura, la gastronomía, se socializa, se discute y se conecta con el entorno. El Mediterráneo goza de mar y montaña, de frutales de hueso y de pepita, hortalizas, carnes rojas y blancas, aceite de oliva que baña casi cualquier plato, legumbres, quesos.
Pero lo esencial, es la versatilidad de sus ingredientes, con infinitas combinaciones y sabores.
Cómo vivir el Mediterráneo
Para mí, solo hay una forma en la que El Hombre Eminente puede vivir de verdad la esencia del Mediterráneo, y es uniendo paisajes y gastronomía. Por eso he querido acercaros dos veladas únicas para disfrutar en pareja o con allegados.
Una velada en la playa
Lugar: Escoge una cala, aprovecha aquellas que estén más escondidas.
Plan: Coloca una mesa baja y cojines en la arena para una cena cómoda y relajada. Comienza la cena al atardecer para aprovechar la hermosa luz dorada. Después de la cena, quédate un rato para disfrutar del sonido de las olas y el cielo estrellado.
Vino: Para una noche de verano en la playa, elige un Albariño como el Pazo Señorans, un vino blanco fresco y afrutado que complementa maravillosamente los mariscos y el pescado. También pueden acompañar un Martín Codax, que debe su nombre al autor de Ondas do Mar. El juglar del s. XIII no puede recibir mejor homenaje que semejante elixir del norte.
Menú: Comienza con unas almejas a la marinera y un pulpo a la gallega. Como plato principal, una dorada recién preparada será la estrella de la noche. Y borda la cena con una refrescante macedonia de frutas frescas.
Vistas desde la terraza
Lugar: escoge bien un apartamento con vistas al mar.
Vino: Para presupuestos medios, un Venta del Puerto Nº12 es un fiel compañero. Pero encontramos vinos excelentes, muy asequibles y accesibles en supermercados como Mercadona, donde sirven un excelente vino DO Toro.
Menú: Empieza con una tabla de quesos locales y embutidos ibéricos, acompañados de pan rústico y tomate. Para el plato principal, sirve un delicioso cordero asado con hierbas de la montaña, acompañado de patatas asadas y verduras de temporada a la parrilla. De postre, un flan casero con miel y nueces.
Toma nota de estos 3 vinos que no pueden faltar en tu mesa:
Allegretto Alba (Blanco Semidulce). Muy fácil de beber y de entender, sin complicaciones. Tanto para cocinar como para disfrutar.
Diamante (Blanco Semidulce). Un vino preparado por y para disfrutarlo. El primer dulce de la Rioja y la primera opción para sorprender a tus invitados si no están labrados en la materia.
Bordón Rioja. Hablamos de un señor vino, más hecho a los paladares que quieren dar un paso más.
Siempre es más sencillo apreciar un blanco que un tinto. Con estos básicos, si tienes visita, puedes dar más de una sorpresa, especialmente en aperitivos con esos blancos recomendados. Para seguir dando pasos en el mundo vinícola, no dejes de leer mi newsletter.